Enseñar a bailar Country Line Dance
Si te gusta el Country Line Dance, es posible que en algún momento te plantees enseñar a bailar. Si es así, estoy encantado de contarte mi método.
Enseñar a bailar Country Line Dance se ha convertido en mi pasión. Es muy gratificante ver como la ilusión de las personas que quieren aprender a bailar se convierte en realidad. No importa la edad ni la condición física, todo el mundo puede acabar bailando y disfrutando. Haber contribuido a que esto sea así es una sensación inexplicable.
Por puro egoísmo
Para ser sincero, me metí en esto por egoísmo puro. Siendo de Barcelona, en el año 2003 fui a vivir a Madrid por motivos de trabajo. Conmigo me llevé la música country y mis enormes ganas de bailar.
Acepté mi nuevo trabajo sin tener ni idea que en Madrid el Country Line Dance no existía. Y no me refiero al Catalan Style, sino que no había nada en absoluto. Ni gente que bailara, ni profesores, ni locales, ni nada de nada.
Pasaba las noches en Internet buscando foros sobre Country, lo que fuera. Durante ese tiempo encontré a María, pero no en Internet, estaba encima de un caballo.
Me resistía a creer que en la capital de España todo lo que sabían de Country Line Dance es eso de “no rompas más…”
Tras un montón de meses de búsqueda, reuní a ocho personas interesadas en aprender a bailar Country Line Dance.
De las ocho, tres eran desplazados de Barcelona y otra era María.
Cómo alguien tenía que hacerlo, me hice cargo de la docencia.
Enseñar a las personas como si fueran caballos
Enseñar a bailar era una actividad de la que no tenía ninguna experiencia. Pero sí que tenía experiencia como “profesor”. Aunque no con personas, con caballos.
Este es mi secreto. No hay otro. Si soy capaz de hacer que un caballo aprenda lo que quiero enseñarle, tengo que se capaz de hacer lo mismo con una persona. ¿No?
Te aseguro que los humanos tienen ciertas ventajas sobre los caballos. Y los caballos tienen también algunas ventajas sobre los humanos.
La primera ventaja de los humanos es la comunicación. Las personas tenemos un lenguaje muy rico, basado en la palabra, y todos lo conocemos. Barreras idiomáticas aparte.
Los caballos también tienen una comunicación muy profusa. Utilizan un lenguaje parecido al de los sordomudos. Se comunican con gestos. Además, no tienen barreras idiomáticas entre ellos.
Los humanos somos bastante rápidos aprendiendo. Cuanto más jóvenes somos más rápido aprendemos.
Los caballos jóvenes también aprenden mucho más deprisa que los adultos. Pero cualquiera de ellos aprende más rápido que un humano. La rapidez de aprendizaje de un caballo es primordial para su supervivencia.
¿Cómo se enseña a un caballo?
A un caballo se le enseña en un cercado redondo, sin esquinas. Esto es muy importante, porque no tiene donde darte la espalda. Un círculo no tiene principio ni fin.
Hay que llamar su atención y mantenerla. Se sabe que el caballo está pendiente de ti porque su oreja interior se mantiene “enfocada” hacia ti, que estás situado en el centro del círculo.
Luego, tienes que contarle lo que quieres que haga. Y tienes que hacerlo en su lenguaje gestual, o no te entenderá.
Pero para que la comunicación sea más fluida, tendrás que inventar un nuevo “idioma” en su lenguaje gestual que comprendáis los dos. Fácil, ¿verdad?
Cuando consigues que el caballo haga lo que le pedías, tienes que repetirlo tantas veces como haga falta hasta que la respuesta sea automática.
Ebro es un potro de cinco años. En menos de tres horas pasó de no saber lo que era una silla de montar a permitirme subir a su lomo sin protestar. En este punto comienza la doma, pero ya nos entendemos.
La primera lección va antes que la décima
Lógico, ¿verdad? Pero lamentablemente poco frecuente. Cuando te dispones a enseñar a bailar, debes hacerte un buen “plan de estudio”.
Las coreografías que puedes ver en el Curso de iniciación al Country Line Dance que hay en esta web, no están elegidas ni ordenadas aleatoriamente. Cada una de ellas cumple un propósito muy concreto. El nivel de dificultad se incrementa gradualmente, no de forma abrupta o inconsistente.
Si has tomado la decisión de empezar a enseñar a bailar es porque, mejor o peor, tu ya sabes hacerlo. Por tanto, recuerda cómo fue tu primer día. ¿Qué tal te fue la primera vez que intentaste aprender una coreografía?
De cómo vaya el primer día de un alumno depende que vuelvas a verlo otra vez.
El secreto es que el principiante se vaya de clase tras:
- Haber bailado
- Haberlo pasado bien
- Tener la sensación de que puede hacerlo
Si el menú que has preparado es demasiado fuerte, olvídate de que repitan.
Por tanto, elabora un buen plan de coreografías, que vayan de menos a más suavemente y que sirvan para ir aprendiendo los grupos de pasos más fundamentales.
¡Y renueva esas coreografías! No te tires años enseñando lo mismo una y otra vez.
Porque luego hay que ir a bailar y si siempre pones los mismos bailes acabarás quedándote sin gente.
Observa a todos tus alumnos
Tener un espejo delante es genial. De un vistazo puedes ver lo que están haciendo todos tus alumnos a la vez.
No fijes tus ojos en cada una de las personas. Si lo haces, dejarás de ver cosas interesantes que pasan en otro ángulo de la sala.
Hay que intentar ver el conjunto, como si fuera un paisaje. Si lo consigues, verás quién se equivoca porque su error romperá el conjunto. Cada fallo será como una luz roja que parpadea.
Si no cuentas con un espejo, tendrás a tus alumnos de espaldas casi todo el tiempo. No los podrás ver, pero sí oír. Cuando tengan que hacer un stomp, debes oír sólo uno. Si hay “eco” alguien está llegando a destiempo.
En cualquier caso, cuando cambies de pared, los tendrás a todos delante y verás qué tal lo están haciendo.
¿Cómo se corrigen los fallos?
Los fallos hay que corregirlos cuanto antes. Y es que si no se corrige un error rápidamente, éste puede quedar fijado. Luego es mucho más complicado de eliminar.
Sin embargo, recuerda que lo normal es que quien no sabe se equivoque. No te frustres si tus alumnos se equivocan. Ni los principiantes ni los avanzados. ¿O es que a los avanzados no les enseñas cosas nuevas?
Tranquiliza a quien se ha equivocado. Di en voz alta que es normal que no lo haya hecho bien. Dile que no pasa nada. Y corrígele. Cuéntale despacio cómo tiene que hacerlo.
Si sigue equivocándose en el mismo punto, ya no es culpa suya. Es culpa del profesor.
Si lo que haces no funciona, no insistas. Hazlo de otro modo. Y sigue cambiando la forma de explicarlo hasta que te entiendan. Porque siempre será culpa tuya que no te entiendan
Los errores más comunes
Tras esa década y media enseñando a bailar Country Line Dance, me he dado cuenta de que los errores que cometen principiantes y avanzados siempre son los mismos.
En esta web hay un artículo que habla de ello, “Problemas al bailar y cómo solucionarlos”. Por tanto, no profundizaré en este tema ahora. Busca las soluciones en ese artículo, tan sólo te diré ahora cuáles son los errores más comunes:
1- Colocar el peso en el pie equivocado. Tienes que estar muy atento a esto. Cuando un paso no sale, la solución está en el paso anterior. El motivo es que el peso del cuerpo ha bloqueado el pie incorrecto.
2- Memoria. Si un alumno parece que lo está haciendo bien, pero cuando subes el ritmo o empieza el baile no puede seguir, es porque no ha memorizado nada. De todas las dificultades esta es la peor. La falta de memorización no tiene que ver con la capacidad mental del alumno sino que en lugar de memorizar, imita. Tiene solución, pero no de forma instantánea. Sí el problema les pasa a muchos a la vez, entonces es que no has practicado cada grupo de pasos suficientemente.
3- Problemas al cambiar de pared. En la primera pared, la que utilizas para enseñar una coreo, todo va bien. Pero al cambiar de pared, los giros van al revés o simplemente tu alumno se queda parado sin saber qué hacer. No es un problema de memoria sino de orientación en el espacio. Se soluciona fácilmente.
“Es responsabilidad del profesor hacerse entender”
Objetivos de las clases
Tus objetivos como profesor son distintos en función del nivel de tus alumnos.
El objetivo para tus alumnos avanzados es que aprendan coreografías complicadas que les gusten. Importan mucho más sus preferencias que las tuyas. Así que averigua qué bailes quieren aprender y prepárate bien para enseñarlos.
Para tus alumnos intermedios el objetivo es doble. Por un lado tienen que disfrutar bailando y por otro cada vez les tiene que costar menos aprender coreografías más complicadas.
Ten en cuenta que los bailes más espectaculares no tienen por qué ser los más difíciles. Averigua cuáles son y ofréceselos a tus alumnos intermedios. Aquí tienes algunos ejemplos de coreografías mucho más fáciles de aprender de lo que parece: los bailes más espectaculares. Busca entre los de “nivel intermedio”.
Tu objetivo para los alumnos principiantes es triple. Tienen que pasarlo bien. Tienen que aprender coreografías rápidamente para no estar bailando siempre lo mismo. Pero lo más importante, les tienes que enseñar a aprender cada vez más rápido.
Esto no significa que con tus alumnos tengas que tener prisa. Si has elegido bien, el primer día saldrán bailando. Tal vez necesites una hora para enseñar una coreografía que un intermedio aprendería en cinco minutos. No hay problema. De nuevo, recuerda qué tal te fue a ti tu primer día.
Con los caballos hay una máxima que dice: “El jinete dice qué, el caballo dice cuándo”. Con tus alumnos pasa lo mismo. Tú les dices qué tienen que hacer y tienes que estar dispuesto a esperar a que ellos consigan hacerlo correctamente. Que lo hagan antes o después depende en gran parte de ti.
“Si un alumno lo hace bien, es mérito suyo. Si se equivoca es culpa del profesor”
No te limites a enseñar una sucesión de pasos
Enseñar a bailar Country Line Dance va mucho más allá de enseñar una paso tras otro. Hay profesores que llegan a clase, enseñan la coreografía y se van. ¿Qué más, verdad?
Habla con tus alumnos. Cuéntales anécdotas relacionadas con el baile, con el coreógrafo, con el cantante… Todo ello motiva e involucra a quien aprende contigo.
Ponte en su lugar. Seguro que tú también tuviste dificultades parecidas por las que están pasando tus alumnos. Coméntalo y cuéntales cómo lo solucionaste.
Es más importante que hables de tu experiencia como alumno que como profesor.
Motívales a practicar en casa y a ir a bailar a otros lugares.
Y, sobre todo, escúchales. Escucha lo que dicen sus voces y sus caras. Con su expresión te están diciendo si están pasándolo bien o no.
¿Quién aprenderá y quién no?
Por mi experiencia te aseguro que sólo aprenderán los que quieran aprender. Es decir, los que no lo consiguen son los que abandonan. Procura que si abandonan no sea por tu culpa.
A los pocos días con un grupo nuevo de principiantes tendrás ya una idea clara de quien avanzará más deprisa y de quién desistirá.
El Country Line Dance no es distinto que cualquier otra actividad. Cuanto más practicas, mejor lo haces. No hay otra receta. La práctica es la que define cuánto tiempo se tarda en aprender a bailar.
No todos los alumnos son iguales. Algunos acuden a clase porque les apasiona la música country. Otros porque han visto bailar y les ha emocionado. Otros simplemente quieren probar otra cosa. Y, en las academias de baile, hay quienes acuden porque no tienen pareja para aprender bailes de salón.
Los apasionados de la música o del Country Line Dance son los que le pondrán más pasión. Practicarán más y aprenderán más deprisa.
Los que han llegado por mera curiosidad puede que descubran que el Country Line Dance es algo fabuloso y acaben contagiándose de la pasión de los demás.
Los que simplemente aparecen porque no tienen opción de hacer otra cosa pueden también enamorarse del Country Line Dance, pero es posible que decidan que no es lo suyo. No te obsesiones por mantener en clase a éstos. Tu objetivo son los dos grupos anteriores.
De algún modo, intenta devolver la pasión de tus alumnos. Pero no dejes al margen a nadie. Jamás. Por ningún motivo.
¿Qué nivel de baile tienes que tener para poder enseñar?
La respuesta es totalmente lógica. Tienes que tener un nivel superior al que vas a enseñar.
Lo importante es que te prepares bien la clase. Ni se te ocurra enseñar nada que no domines. Será un fracaso y provocarás la pérdida de tiempo de la gente que confiaba en ti.
No es necesario que sepas todas las coreografías del mundo. Eso es simplemente imposible. Pero los bailes que vas a dar los tienes que dominar.
Cómo enseño yo
El artículo “El mejor modo para aprender a bailar” te dará las pistas necesarias para saber qué tienes que hacer para enseñar a bailar.
Las coreografías las divido en grupos de ocho tiempos. Así es como están en los vídeos tutoriales y también en las hojas de pasos. Encontrarás las hojas de pasos en la página de su coreografía.
Enseña el primer grupo de ocho pasos y repítelo, despacio, hasta que toda la clase pueda hacerlo sin errores. Normalmente, con tres o cuatro repeticiones suele ser suficiente. Aun así, insiste hasta que todos lo hagan bien.
Si se produce algún “atasco”, divide ese grupo de ocho pasos en grupos más pequeños.
Después haz lo mismo con el segundo grupo de ocho pasos. Cuando todo el mundo lo haga correctamente, júntalo con el grupo anterior y repite la sucesión de 16 tiempos varias veces.
Observa si alguien se atasca en algún punto. Probablemente será por culpa de un peso mal colocado. Si ves que algunos alumnos han olvidado pasos, es que no has repetido suficientemente. Insiste de nuevo.
Cuando hayas completado la coreografía, repítela en cada una de las paredes que tenga.
Cuando las paredes salgan sin problemas, aumenta la velocidad.
Si todo va bien y nadie tiene dificultades, es el momento de enseñar los puentes o reinicios que pueda tener la coreografía.
Por fin puedes poner la música y bailar. Baila al menos un par de veces. Ves cantando los grupos de pasos mientras bailas y alterna numerando los tiempos del 1 al 8 en voz alta, ayudará a tus alumnos a recordar la coreografía.
Los grupos de pasos
El Country Line Dance cuenta con gran cantidad de grupos de pasos. Estos se usan como bloques que conforman las coreografías. Sin embargo, para enseñar a bailar ni se te ocurra hacer clases sólo de grupos de pasos. Es una total pérdida de tiempo.
Pero cuando estés enseñando la coreografía, identifica los grupos de pasos que van apareciendo. Individualízalos. Tus alumnos, tienen que aprender los grupos de pasos y sus nombres porque te oyen a ti repetirlos una y otra vez. No porque se sienten a estudiar nada.
Aprovecha para explicar a los principiantes las posibles variantes del grupo con el que hayas topado.
Los que pueden ser un poco más complicados para un principiante, Coaster Step, Kick Ball Change, etc, repítelos un montón de veces. Hazlo como haciendo un paréntesis en la coreografía. Todo el tiempo que inviertas ahora en enseñar los grupos de pasos, lo recuperarás cuando todo el mundo sepa añadir un Jazzbox o un Grapevine sin necesidad de pensar.
Sentido común
Para todo lo que hagas en la vida el sentido común es fundamental y para enseñar a bailar también.
No des nunca nada por sabido. Ayuda especialmente a quien más lo necesite.
No todos pueden aprender a la misma velocidad. Invierte algo más de tiempo en los que tienen más dificultad, ayúdales a mejorar y no perder el ritmo de la clase.
Insiste a tus alumnos en que practiquen todo lo posible. Que lo hagan en casa y, si hay dónde ir, que vayan a bailar a algún honky tonk.
Si para ti acaba siendo la mitad de gratificante de lo que es para mí, enseñar a bailar Country Line Dance te hará muy feliz.
Pero te lo advierto, te va a robar un montón de tiempo. ¿Estás dispuesto a ello?
¡Animo!